Silvia Montes, Educadora infantil y Educadora y Trabajadora social. Trabaja en el sector de mayores desde hace 16 años. Su foco profesional actual es la coordinación de equipos interdisciplinares de trabajo en nuestros centros de mayores y el diseño e implementación de programas centrados en las personas y en los trabajadores, que empoderen a la persona mayor y le sigan integrando en la comunidad desde una visión intergeneracional e innovadora.
¿Cómo están los usuarios de Atendo y sus familias viviendo estos momentos?
Las personas usuarias viven esta situación con desconcierto y cierto miedo pero a la vez se les nota la veteranía de la experiencia, de los años y la resiliencia de la que está dotada esta generación que tanto ha vivido y sufrido. Se dice mucho pero es la realidad, son las grandes campeonas de esta pandemia. Se adaptan, vienen con su mejor sonrisa viviendo esta difícil realidad de una manera ejemplar para nosotros, para sus familias y para la sociedad.
¿ Cómo estás tú y tu equipo después de estos meses?
Estamos cansados pero llenos de ganas de seguir dando lo mejor de nosotros para minimizar los efectos negativos de esta pandemia.
De momento el COVID vino para quedarse pero el tiempo corre para las personas mayores y para todos y el tiempo no vuelve así que queremos llenar de ricas relaciones y experiencias nuestras mochilas acompañando a las personas mayores en su día a día.
¿Cuáles son las principales dificultades a la hora de afrontar esta pandemia en los centros?
Sin duda alguna los cambios que tenemos que hacer en nuestro día a día de centros en función de las cifras de evolución de la pandemia en cada ciudad en que estamos presentes. Pero tenemos todos los escenarios posibles organizados para poder adaptar la dinámica del centro de una manera ágil, sencilla y fácil para nuestras personas usuarias, dentro de lo que está en nuestra mano.
¿Qué medidas habéis implementado y qué dificultades os encontráis para implementarlas?
Hemos adaptado mucho nuestros programas y actividades a todos los niveles: tipo, duración, material necesario,…. La limpieza constante es lo que más dificulta el día a día así como los cambios seguros de salas de trabajo cuando los niveles de evolución de la pandemia nos los permiten.
La medida principal es centrarnos en hacerles muy felices, aún más que antes si cabe. Las iniciativas que rompen la sencilla rutina actual nos funcionan muy bien y traen alegría para toda la comunidad presente en el centro, ya sean trabajadores o personas usuarias.
¿Qué es lo que más te ha impactado desde que se inició la pandemia?
La manera en que se ha tratado a las personas mayores. Han sufrido mucho sin poder siquiera opinar. También me ha impactado mucho ver el antes y el después del confinamiento a nivel cognitivo, físico y social en cada una de las personas usuarias. Poco a poco van mejorando y vamos notando su evolución pero hemos perdido mucho de cada uno de ellos y ellas. Eso me impacta y entristece.
¿Crees que esta pandemia va cambiar algo en el modelo de cuidados actual?
Creo y deseo que sí. El modelo actual de atención no es el que deseo para mis últimos años. Es un modelo que no se centra en la persona y tenemos todos el derecho de envejecer como deseamos o habríamos deseado. Las estructuras organizativas, las infraestructuras, los protocolos deben estar “vivos”, ser flexibles y partir de la base del acompañamiento a la persona en su día a día, no en dirigir como expertos y expertas lo que mejor les conviene. Esto se debe cuidar aún más cuando la persona ya no es autónoma o ya no puede expresar sus deseos. En nuestra praxis, en nuestro acompañamiento diario, debemos acompañar con el foco puesto en la integralidad de la persona.